Mi gran brújula y también mi espejo son mis consultantes. Saber cómo van vivenciando una sesión o taller me brinda información no solo de lo que debe ser visto, sino también de hacia dónde debo ir.
Cuando estoy canalizando energía para ellos, también me nutro con el amor divino del Universo y ahí es donde refuerzo esta idea que tuve desde siempre: Todos somos uno.
Gracias, gracias, gracias.